1. Johanna M. Beyer: Music of the Spheres (1938) 5:59
2. Annea Lockwood: World Rhythms (1975) 8:28
3. Pauline Oliveros: Bye Bye Butterfly (1965) 8:09
4. Laurie Spiegel: Appalachian Grove I (1974) 5:37
5. Megan Roberts: I Could Sit Here All Day (1976) 6:25
6. Ruth Anderson: Points (1973-74) 5:32
7. Laurie Anderson: New York Social Life (1977) 3:32
8. Laurie Anderson: Time To Go (1977) 2:58
Se trata de una reedición muy esperada del CD CRI del clásico LP de Arch 1750.
La música de este álbum presenta una personalidad excitante, muy abierta, el enfoque despreocupado del medio de la música electrónica que ha llegado a ser la típica de este género a finales de 1970. Ya no son compositores obsesivamente preocupados por lo expresionista agonizante, y puramente "electrónico" (sintetizado) fórmulas de sonido que marcaron gran parte de esta música entre los años cincuenta y mediados de los años sesenta.
En este disco tenemos compositoras dispuestas a mezclar medios y materiales de sonido en formas completamente inventivas, y, a menudo, más atractivas que las producciones de los "académicos" avant-garde.
Este es el resultado de un cambio fundamental en las preocupaciones que han ido evolucionando no sólo entre las compositoras de este disco, sino también en un segmento creciente de la vanguardia musical, de la cual estas compositoras son algunas de los más fecundas e inspiradas. Estas nuevas fuentes de inspiración ciertamente no eran tan ampliamente compartidas hace quince años. Varias compositoras representadas aquí están profundamente influenciadas por temas orientales: la meditación, la curación, el trance, los estados de serenidad.
Otras se inspiran en lo tradicional (o "étnico") de las músicas y sus metamorfosis posteriores con formas tan populares como el rock and roll. Otras, hacen valer el sentido del ingenio y la sátira, un rasgo escasamente destacado en la música avant-garde de la década de 1960.
Esta primera antología de música electrónica compuesta por mujeres demuestra gran refinamiento y habilidad en el trabajo con una variedad de estilos diferentes, varias son desconocidas o nuevas, incluso para aquellos que siguen la música contemporánea. El hecho de que estas piezas sean más escuchables que las de la avant-garde años sesenta no apunta a una regresión musical como algunos críticos han asumido cuando se habla de obras modernas utilizando, por ejemplo, en consonancia estructuras armónicas. Más bien, y creo que esto es común denominador de estas piezas y algo que las mujeres compositoras y artistas han contribuido a legitimar de nuevo para este período, estas obras significan una nueva conciencia de la relación del arte con la vida humana.
pescado en otherminds
traducción: cibertecnowomen
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