Han pasado 40 años desde que Agnès Varda realizara esta "Reponse de femmes". Lo que denuncian ha cambiado muy poco (por ser optimista y no decir que nada).
Habrá que reinventar el amor. El mundo mejor. Habrá que seguir segregándonos para diferenciar entre quiénes somos y quiénes dicen que somos. Habrá que seguir trabajando para no olvidarnos de que en la etapa más próspera del cine francés había una cineasta ofreciendo una nueva perspectiva y trabajando con el mismo espíritu que todos sus compañeros cineastas de la Nouvelle Vague.
Agnès Varda, reveló la luz de la oscuridad en ese ángulo en el que no se encontraba una perspectiva
femenina en el cine europeo. Interesada en la fotografía en sus inicios, el montaje cinematográfico supone para ella una exploración del uso del tiempo en las narraciones fílmicas. Su forma de creer en el cine consigue llevarla a experimentar y reflexionar a través de sus obras en temas que no abandona a lo largo de su trayectoria: la percepción y la mirada.
Además investiga los modos en los que pueden el documental y la ficción coincidir en un film y realiza varios cortometrajes "películas-mensaje" desde una activa conciencia militante, como es el caso de "Rèponse de femmes" una indagación en los estereotipos, las ficciones y las realidades a través de la reacción de varias mujeres y el uso de imágenes que pretenden condicionar al relato y no al revés.
La ficción es una cosa y el documental es otra, del mismo modo que la sociedad ha descrito y condicionado una imagen y una forma de ser mujer que no responde con lo que una mujer quiere, siente o piensa, porque no es tan simple como que "hay algo concreto que por ser mujer tengas que sentir, decir, pensar". Ni abre interrogantes, ni acusa, simplemente invita a reinventar, un modo de no conformarse ni con la realidad, ni con la ficción.
La ficción es una cosa y el documental es otra, del mismo modo que la sociedad ha descrito y condicionado una imagen y una forma de ser mujer que no responde con lo que una mujer quiere, siente o piensa, porque no es tan simple como que "hay algo concreto que por ser mujer tengas que sentir, decir, pensar". Ni abre interrogantes, ni acusa, simplemente invita a reinventar, un modo de no conformarse ni con la realidad, ni con la ficción.
Varda en este proyecto aúna para reinventar y parece que después de 40 años hayamos reinventado poco; pero (volviendo al optimismo) algo hemos reinventado y si aún hoy esta "película-mensaje" nos parece que podríamos utilizarla -como así no utilizamos los telediarios de la época para informarnos, ni los periódicos a pesar de que los problemas del mundo siguen siendo bastante parecidos pero lo que cambian son las personas que los protagonizan- deberíamos entonces pensarnos seriamente seguir reinventando la realidad de un modo más determinante los que la protagonizamos.
Es cierto que la música y el cine no tienen género, pero los humanos sí lo tenemos y a cada género van asignadas unas conductas muy diferentes que consiguen hacernos ver y entender las cosas de un modo por lo que hay que reinventar también este posicionamiento de la sociedad (a través de esa reinvención del amor, o de los sistemas obsoletos, repetitivos y apestosos y lograr el cuestionamiento que desenmascare esos artificios que posicionan en ventaja o desventaja a uno u otro género, en una u otra parte, frente a unas u otras artes, tanto en la realidad como en la ficción.
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