19 oct 2012

The Space Lady







Sintetiza-me  es una palabra espacial, una palabra libre, lo más bonito que alguien puede decirte... Lo pensé escuchando a The Space Lady.
Además en inglés, con ese sonido del taissmee, tiene una mezcla exótica; pero no un exotismo terrenal, porque sin querer caer en pesimismos hablar de lo exótico ya nos devuelve un paisaje demasiado idealizado, mediatizado, humanizado...
Synthesize-me viene/llega de otro lugar, de un más allá que desde un más acá consigue una conexión sensorial, ¿podríamos hablar de metafísica? Definir ese tirón del espíritu y el abandono de una cárcel que lo atrapa, carne y huesos.
Eso mismo tenían que sentir, pienso, los transeúntes de San Francisco, Boston o Cambridge cuando paseaban por la calles o los pasillos del metro donde  Space Lady tocaba su Casiotone,  su acordeón con esa voz tan genuina que debía lograr  esa experimentación sensorial en medio del frenético ajetreo de ese ir y venir de cuerpos que son las calles y los pasillos del metro de las grandes ciudades. 




 The Space Lady consideraba un privilegio poder tocar en la calle, más aún que desde aquéllos espacios haya llegado a estos, estas calles del ciberespacio en las que también hacemos que el espíritu se libere de nosotros. 
Lo que emana de su música es puro amor, de ese en el que ya casi no creemos, o que nos parece tan ingenuo creer. Amor por crear muestra de la generosidad más plena, exteriorizar esas creaciones sin moneda de cambio, sin siquiera saber si los demás serán generosos...   Escuchando synthesize me o I have too much to dream podrán sentir que les están diciendo que los aman, que no son solamente cuerpos que vienen y van, "los seres humanos iban y venían" bíblico, que ahí en medio de todo hay espacios que no vemos y en los que poder habitar, a los que poder llegar para salir de este acá que nos limita y nos aliena de un modo cada vez más feroz.

Muestra del amor incondicional de ese hacer música en las calles, o de ese hacer música para que las calles hagan música de nosotros cuando las paseamos son todas sus letras y sus melodías, mezclas de sonidos de ese espacio que transforma la concepción de uno mismo, ese espacio como odisea o esa Odisea en el espacio. El fin del principio llegó con el Major Tom  de Peter Schilling (idea original de Bowie). Aquél tipo que abandona la tierra en un viaje que tiene como destino el cosmos. The Space Lady aka Susan Dietrich se coloca su casco con alas y comienza a rendir homenaje.
No obstante, escucharla supera todo argumento. Su sueño traspasa fronteras -que para eso era un sueño outsider- para llegar a las estrellas de las que, como el Major Tom, ya no  regresemos, para poder decir-por fin- aquí nos quedamos porque todavía queremos soñar todo lo que tenemos por soñar...
Hay una recopilación de sus canciones aquí . Y junto a otros ecos como el Daniel Johnston está en Songs in the Key of Z pequeño libreto y recopilación de dos discos creados por Irwin Chusid dedicados a los infinitos outsiders musicians.

http://wfmu.org/365/2003/002.shtml

Please be generous!




Synthesize me

 

 

 

 

 

 

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